Los derechos sexuales y reproductivos están basados en los derechos humanos que se describen a continuación.
Información: todas las personas tienen derecho a solicitar, recibir e impartir información. En el caso de anticoncepción la (el) usuaria(o) tiene derecho a recibir información completa sobre todos los métodos anticonceptivos.
Libertad: es la capacidad de hacer elecciones básicas sobre la vida y la atención en salud en general, la que incluye la salud sexual y reproductiva
Privacidad: en la vida personal y familiar. Las decisiones sobre la salud sexual y reproductiva incluida el tamaño de la familia son de carácter privado, pues éstas se toman teniendo en cuenta los valores, las necesidades, la familia, el bienestar social, la religión y las circunstancias personales relacionadas con la salud.
Vida libre de daño: vivir exento de daño proviene del derecho a la seguridad que tiene la (el) usuaria(o) en todos los procedimientos que se le realicen como el caso de métodos permanentes, sin excluir los demás métodos.
Igualdad: Sin discriminación de raza, color, sexo, idioma, nacionalidad, religión, política, opiniones, nivel socioeconómico u otra condición, es decir se le brinda un trato digno. Los métodos anticonceptivos deben ser dados a conocer en todos los ámbitos para que de esta manera sean accesibles a todas las personas que los soliciten.
Justicia Sanitaria: se garantiza el derecho al nivel más alto de salud física y mental que se pueda obtener. La (el) usuaria(o) ejerce este derecho cuando puede acceder a un paquete básico de servicios y de opciones integrales en salud, donde la oferta es confiable y además tiene continuidad de la misma.