Guía de Laboratorio para el cuidado de la persona que requiere la inserción de un catéter venoso periférico
Facultad de enfermería
Simulación clínica
Proyecto: Virtualización de guías interactivas para el aprendizaje de procedimientos clínicos asistenciales
ELECCIÓN DEL SITIO DE PUNCIÓN.
Es importante seleccionar el catéter en función de su objetivo, tiempo de uso, condiciones físicas del paciente y complicaciones (infecciosas, flebitis e infiltración). Se debe tener en cuenta la experiencia de quien inserta y cuida el catéter. Categoría IB (O´Grady et.al., 2011).
Al elegir el sitio de punción, se deben considerar factores como: edad, peso, estado de la vena, tipo de solución, medicamentos a administrar, duración del tratamiento endovenoso y la dominancia del paciente.
Las venas metacarpianas y dorsales de la mano no dominante son las de primera opción. Las áreas proximales se reservan para abordarlas posteriormente en tratamientos continuos.
Las venas del pulgar y aquellas ubicadas alrededor de los nudillos (digitales) pueden ser una alternativa en pacientes que no tienen visibles las venas del metacarpo; sin embargo, estas por su pequeño diámetro se infiltran fácilmente y el flujo sanguíneo es limitado.
Las venas del brazo se prefieren cuando se instauran tratamientos de corta duración, además, este abordaje ofrece mayor comodidad al paciente porque le permite tener las manos libres.
Las venas de la fosa antecubital (cefálica, cubital, basílica mediana), al ser utilizadas limitan la amplitud de los movimientos y dificultan la toma de muestras sanguíneas. En lo posible estas venas deberán reservarse cuando se requiera inserción de catéteres centrales por vía periférica o para la toma de muestras sanguíneas.
Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
Se prefieren las venas del antebrazo ya que las de las manos, además de tener un trayecto bastante tortuoso, son difíciles de fijar al momento de punzar (se mueven y la piel no es tan flexible).
1. Utilizar una presión mínima al momento de aplicar el torniquete.
2. Es útil usar un ángulo de 5 a 15 grados al abordar la vena debido a que estas son más superficiales.
3. Utilizar el mínimo de cinta adhesiva cuando esta es usada para la fijación del catéter porque la piel se lesiona fácilmente.
Se prefiere utilizar las venas de la mano y del dorso del pie.
En los pacientes pediátricos, se pueden usar las extremidades superiores; en lactantes menores, las superiores e inferiores, o el cuero cabelludo (neonatos o lactantes) como sitios de inserción de un catéter (32-33). Categoría II (O’Grady, et al., 2011).
ADULTOS
ADULTOS MAYORES
PEDIATRÍA
EN PERSONAS OBESAS
En personas obesas generalmente la visualización y palpación de una vena puede resultar difícil por el tejido graso subyacente, por la existencia de circulación colateral o por estados patológicos que se exacerban con la obesidad.
El calor local puede activar la vasodilatación venosa, esto se logra aplicando compresas calientes en la zona durante 10 a 15 minutos previo a la punción. Tenga cuidado de no causar una lesión térmica al utilizar este tipo de compresas.
EN PERSONAS OBESAS
Se debe seguir el trayecto de la vena. Puesto que los pacientes obesos suelen desarrollar circulación colateral para perfundir el tejido adyacente, las venas que se visualizan suelen ser más superficiales y frágiles que las que habitualmente se emplean para la inserción de un catéter IV, aunque se visualicen con facilidad, no suelen ser la mejor opción, las venas colaterales tienen más válvulas y bifurcaciones y no suelen desembocar en una vena principal. También suelen ser de pequeño diámetro, por lo que el riesgo alrededor de la cánula se ve reducido, incrementándose el riesgo de infiltración y flebitis. Se debe seguir visualmente, y por palpación el trayecto venoso para valorarlo adecuadamente y asegúrese de la dirección del flujo sanguíneo.
EN PERSONAS OBESAS
Utilizar catéteres más largos. Las venas más accesibles suelen aceptar la longitud estándar de los catéteres IV. En algunos casos puede ser necesario el uso de catéteres más largos para atravesar el tejido subyacente. Es necesario asegurar la inserción correcta del catéter para evitar su desalojo, problemas de infiltración o extravasaciones, ya que estas complicaciones pueden ser difíciles de detectar en pacientes obesos o edematosos.
EN PERSONAS OBESAS
Para abordar la punción en estos pacientes puede ser necesario ajustar el ángulo de punción a 30 o 45° en lugar de los 10-15° habituales. Reducir el ángulo tan pronto como se confirme su ubicación en la vena para evitar la rotura de la misma por punción de ambas paredes.
ESTADO DE LA VENA
La vena que se indica para la punción venosa debe tener un aspecto redondeado, firme, elástico e ingurgitado. Se debe evitar usar venas cuyo aspecto es desigual, plana o endurecida. Algunas venas a primera vista parecen adecuadas, pero, a la palpación usted las puede encontrar nudosas, duras o pequeñas, estas no deben ser utilizadas.
Para palpar una vena, usted debe colocar las yemas de sus dedos sobre su recorrido presionando ligeramente y liberando la presión rápidamente para valorar la elasticidad y su llenado a la descompresión. Los dedos sugeridos para este procedimiento son el índice y el anular. El dedo que menos sirve para esta maniobra es el pulgar por ser el menos sensible de todos.
LADO DE DOMINANCIA DEL PACIENTE
Se debe preferir insertar un catéter intravenoso en la extremidad no dominante del paciente para no limitar el movimiento y evitar de este modo caídas y desplazamiento del catéter, lo que puede generar extravasaciones (Salida del líquido de la perfusión intravenosa al espacio peri vascular), flebitis mecánica o salida del catéter al medio externo.
TIPOS DE SOLUCIONES INTRAVENOSAS A ADMINISTRAR
A continuación se presentan las soluciones intravenosas que pueden ser administradas por vía periférica:
Evite insertar catéteres en áreas de flexión articular.
Evite utilizar la cara interna de la muñeca en un radio aproximado de 5cms, porque allí se podría causar una lesión en los nervios radial, cubital o mediano.
Evite utilizar las venas de los miembros inferiores en los adultos, porque el riesgo de embolismo, tromboflebitis e infección es mayor.
Elija el catéter acorde a las necesidades del paciente y al diámetro de la vena.
DURACIÓN DEL TRATAMIENTO
La RNAO (2004) recomienda que los pacientes que reciben terapia intravenosa por más de 6 días deben ser evaluados para decidir una opción a largo plazo.
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